miércoles, 27 de octubre de 2010

Economía: Gastos económicos durante la Exposición

El objeto de la Exposición Internacional de 1929 fue fomentar las relaciones económicas de los otros países con España y realizar las transacciones con los otros núcleos nacionales Españoles; hacer de Barcelona y sus alrededores una continua atracción de turismo internacional y nacional, obteniendo beneficios para el comercio barcelonés y activar con motivo de la Exposición el embellecimiento y mejoramiento de Barcelona. 

"La Vanguardia" hizo público en 1932 los datos definitivos de los costes totales de la Exposición Internacional de 1929, que detallamos a continuación:

Tabla con los detalles de los gastos divididos por tipos/secciones:


Tabla del volumen de gastos dividido en las tres épocas de actividad económica:


Se puede deducir que la primera fase comporta los gastos relacionados con la adquisición del terreno y las obras realizadas para acondicionar el lugar, además de las primeras construcciones de edificios.
La segunda fase se dedició a la construcción de edificios, pero de manera más lenta, ya que aún no estaba decidida la fecha de innauguración y acababan de suceder cambios políticos importantes.
La última fase, una vez emplazada la fecha de 1929, comportó los mayores gastos, como la construcción de la mayoría de pavellones, esculturas, decoración, publicidad, entre otros.


Tabla con los ingresos obtenidos:


El éxito de la Exposición fue momentáneo, pues la crisis mundial que pesaba desde octubre del 1929 malogró todas las esperanzas iniciándose un retraimiento general en los negocios y una paralización de turismo. Hay que añadir las dificultades que la desconfianza general produjo en la colocación de capitales, impidiendo el normal desarrollo de la hacienda municipal, que tantos gastos tuvo que hacer para la celebración del certamen. 

Al final, la Exposición Internacional dejó a la ciudad endeudada por valor de 18 millones de pesetas, pero a pesar de todo ello Barcelona obtuvo otros beneficios importantes, y en ese aspecto la finalidad de la Exposición fue conseguida plenamente.
De las cifras de ingresos se desprende que se recaptaron en concepto de entradas 11 millones de pesetas. Hay que deducir de esta partida las entradas al Pueblo Español, que suman 1.131.764,24.

Visitaron la Exposición Internacional más de 6 millones de personas; 5,3 millones corresponden a entradas de habitantes de la ciudad y 700.000 entradas a nacionales y extranjeros no residentes en Barcelona. Calculando que cada uno de estos foráneos gastara 500 pesetas para cubrir todos los gastos, resultó que entraron en Barcelona y quedaron en la ciudad 350 millones de pesetas de gastos de los visitantes. A estas cantidades hay que añadir todavía lo siguiente: 

·         Coste total de la Exposición Internacional: 230 millones de pesetas.

o   Gastos en el extranjero y el resto de España: 10 millones de pesetas

o   Partida gastada en Barcelona: 220 millones de pesetas.


Si a esto le sumamos el gasto de los visitantes, se obtiene una cifra de 570 millones de pesetas que han sido pagados y gastados en Barcelona.


Dentro de los costes de la Exposición Internacional se pueden destacar los que repercuten directamente en el patrimonio municipal, que quedarían de la siguiente manera:



El ayuntamiento de Barcelona expropió 168 hectáreas en las faldas de Montjuic para la construcción de la Exposición por valor de 14,8 millones de pesetas. Este fue un factor decisivo para su organización en ese terreno si lo comparamos con los precios de otras zonas de Barcelona. Además, a los pocos años el valor del terreno en la zona de Montjuic se revalorizó, proporcionando al Ayuntamiento más poder económico.

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