lunes, 1 de noviembre de 2010

La Exposición según Primo de Rivera

La Exposición que se inauguró el 20 de mayo de 1929 poco tenía que ver con su génesis. A través de unos años turbulentos había cambiado de localización y también de ideología. Las crecientes revueltas de los obreros y la poca capacidad de solucionar los problemas que mostraron los burgueses catalanistas y el gobierno de la Mancomunidad de Cataluña fueron dos claves fundamentales que provocaron el Golpe de Estado de Primo de Rivera. Una vez al poder Primo de Rivera borró el catalán y su cultura de los eventos institucionales relegándolo en ámbitos privados y borrando todo el trabajo hecho por la Mancomunidad.

El día de la inauguración de la Exposición Alfonso XIII y Primo de Rivera fueron los que salieron en la foto. ¿Pero fueron los verdaderos artífices? No, podemos afirmar que fueron oportunistas. Después de llegar al poder por la fuerza, Primo de Rivera tuvo que replantear la situación y decidió usar la Exposición como espejo, pero a diferencia de la Mancomunidad, el dictador quitó todo el rastro que pudo de todo tipo de catalanismo patente en ella y pretendió esconder su pobre gestión económica con exceso de medidas proteccionistas con un evento de grandes proporciones como fue la Exposición Internacional de 1929.

El significado y las connotaciones políticas del día de la inauguración de la exposición está muy bien plasmado en las páginas de información de La Vanguardia, las cuales se dedica exclusivamente a nombrar una larga lista de nombres poderosos la mayoría de ellos empresarios, además del rey y el gobernador español Primo de Rivera.

Este cambio radical de las connotaciones políticas es muy sencillo de entender si nos ponemos en el sitio de los burgueses catalanistas de la época. Los miembros y simpatizantes de la Lliga y la Mancomunidad proclamaban y usaban el catalanismo como arma política para darse a conocer; pero por encima de políticos y/o catalanistas eran burgueses y como burgueses industriales su principal objetivo era mantener sus fábricas a máximo rendimiento y evitar problemas obreros. Ante la imposibilidad de solucionarlo ellos, y con la llegada por la fuerza de Primo de Rivera que resolvió por la fuerza los conflictos, ellos aceptaron “el pacto” a cambio de dejar a un lado su política catalanista. Además el dictador con una fuerte política económica proteccionista favorecía sus industrias. 
De esta manera, la Exposición de 1929, que ya había perdido gran fuerza catalanista debido a los conflictos sociales que provocaron que se quedara en un segundo plano durante su preparación, perdió toda connotación política (catalanista) para acabar convirtiéndose en un evento económico que mostraba la magnificencia de Barcelona como ciudad y la buena gestión de Primo de Rivera. Noción falsa que acabaría desencadenando una fuerte crisis económica pues la Exposición se saldó con grandes pérdidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario